Hay muchas personas que realizan su tour del grand canyon para conocer, experimentar algo nuevo en sus vidas, visitar algún lugar que no hayan visitado o simplemente por curiosidad, sin embargo, hay quienes realizan la visita como un reto personal, para mostrar el potencial humano y la resiliencia que existe en nuestro ser.
Lonnie Bedwell es una de estas personas. Decidió tomar un reto que muchos consideraron una locura, cruzar la totalidad del río Colorado, sus 226 millas completas. Pocos deportistas se han atrevido a realizar un reto de tal magnitud, el río Colorado tiene algunos de los rápidos más tortuosos del mundo. Lo que es más asombroso es que él vive en Indiana, en una zona agrícola con pocos cuerpos de agua, por lo que practicaba en el estanque de la granja, así es, su preparación para enfrentar los rápidos más salvajes que existen consistió en prácticas en un estanque.
Se le aconsejó practicar en el caso de que el kayak diese un vuelco, la manera para salvarse, él realizó la práctica 1,500 veces, es lo que se llama un hombre determinado. Este ejercicio consiste en permitir que el Kayak de un vuelco y quede la persona sumergida bajo el agua y con su propia fuerza impulse la embarcación para que ésta, de otra media vuelta y quede en la superficie del agua. La práctica es peligrosa para los novatos pues si no logran dar la vuelta en poco tiempo, no podrán respirar y se ahogarán con su embarcación volteada. El entrenamiento permite controlar los nervios y mecanizar la manera apropiada para girar y salir a la superficie.
Lo que ha dejado perplejos a varios es el hecho de que Bedwell es ciego, él dice que en la vida hay dos opciones “vivir con temor y no hacer nada, o simplemente, vivir.”
Cuando se enfrentó a los rápidos tenía tan solo dos semanas de experiencia en rápidos “no podía darme por vencido” diría posteriormente, cuando finalmente logró su proeza en 2013, convirtiéndose en el primer hombre ciego en cruzar el río Colorado.
Otros aventureros ciegos han decidido tomar su tour por gran canyon igualmente. Erik Weihenmayer que dirige el movimiento llamado “sin barreras” en el que han entrenado a parapléjicos, personas con amputaciones e incluso a un hombre sin brazos ni piernas a escalar montañas decidió tomar el reto. Su objetivo: Demostrar que las limitaciones están en la mente y no son físicas, mostró su temple al subirse a un Kayak y navegar por los rápidos del Gran Cañón como lo hizo Bedwell. Sus logros han inspirado a miles de personas a desprenderse de sus miedos e intentar lo que siempre han deseado realizar en su interior pero no se han atrevido por temor.
Este año tocó el turno a cinco veteranos de guerra. Travis Fugate es un veterano de la Guerra del Golfo, su entrenamiento duró dos años. Perdió la vista en 2008 y comenzó a buscar la manera de seguir con su pasión, los deportes extremos. Pronto hizo equipo con otros del TRR (Team River Run) y confiesa que al aumentar su confianza en el Kayak, crece su confianza interior para intentar aún mayores retos. Le gusta saber que las aguas del río son incontrolables y que sólo tiene su bote y remo para salir adelante.
Kathy Champion es la dama del equipo, igualmente ha entrenado por dos años para el reto de navegar las embravecidas aguas del Gran Cañón.
Brian Harris sufrió un ataque que entumeció la parte derecha de su cuerpo. Perdió su pierna a consecuencia de ello así como la vista, el incidente no lo ha detenido ni un instante y continúa marcándose retos para mostrar que él puede hacer cualquier cosa que se proponga. Él dice que no utiliza las palabras del vocabulario “límite”, “imposible”, él no ve discapacidad y está determinado a demostrarle a las demás personas que “sí las ven” que están equivocados pues el freno de hacer algo está simplemente en la mente. Él enfrentará los rápidos del Gran Cañón “simplemente para disfrutarlos”.
Lionnie Bedwell va por su segunda vuelta a los rápidos del río Colorado y es el que encabeza al equipo de valientes veteranos. Cuando demostró que se podía lograr, pronto surgieron valientes que lo contactaron para ellos igualmente participar, por lo que Lionnie, siendo un hombre que no les podía negar tal diversión, organizó una segunda expedición al río Colorado.
Steve Baskis servía en 4ta división de infantería. Durante su servicio como personal de seguridad especializado fue herido por un aparato explosivo en Bagdad, Iraq. Como consecuencia, perdió la vista, sufrió lesiones en la cabeza, cuello, hombros y piernas. “Perdí la vista, pero tengo una mejor visión de la vida” comenta de su incidente. Ha escalado 2 de las montañas más altas del mundo, el monte Elbrus en Europa y el Kilimanjaro en África. Tiene un gusto por la aventura y las actividades físicas, corriendo medios maratones, medio ironman, ha recorrido en bicicleta 800 millas desde la capital de Canadá hasta la capital de Los Estados Unidos y practica esquí en nieve, por lo que agregar navegar en rápidos vino como una parte natural a sus actividades.
La zona en la que enfrentan la aventura es peligrosa, por lo que realizaron entrenamientos preliminares en el río de Ottawa, Canadá, en donde afrontaron rápidos y condiciones similares a las que los desafiarían en el río Colorado. Todo los participantes impresionaron a los entrenadores con su rápido aprendizaje y su incansable “queremos más” del grupo entero. Los entrenadores tienen la certeza de que realizarán un extraordinario papel al enfrentar el reto final, dos semanas extremas en los rápidos del río Colorado.
Así que si quieres conocer qué tour al grand canyon está disponible, puedes añadir 226 millas en Kayak a la lista. Pues si algo logran estos hombres es inspirar y avivar la llama que todos tenemos dentro de atrevernos a aquellas locas aventuras las cuales aún no hemos realizado. Su tenacidad y ejemplo son una muestra del coraje de los hombres de las fuerzas armadas, de su lealtad y capacidad para levantarse de cualquier percance.