Mirar el Cañón del Colorado en helicóptero muestra árboles como si fuesen palillos, personas como si se tratara de hormigas, lo que nos ofrece una perspectiva distinta de las cosas, así es como los niños constantemente perciben el mundo, con una visión que resulta ajena a los adultos. Uno de adulto puede pensar en un tour de canotaje, pero un niño lo podrá percibir como una aventura que contará a sus amigos por muchos años, de cómo navegaban entre el río, mirando los riscos que se elevaban como enormes edificios por los costados. Los botes que navegan en el río del Cañón del Colorado, en helicóptero se miran como una mera mancha en una enorme serpiente que cruza el desierto y no tiene fin.
Desde el aire los niños también pueden ver la huella de un caballo que cabalgaba por los cielos del tamaño de un gigante, aunque en realidad se trate del famoso Skywalk, el asombroso piso de cristal que sobresale de los riscos en forma de herradura, allí los niños podrán vivir la experiencia de caminar en el aire, como si flotasen al tener súper poderes.
Si se alejan un poco del Cañón del Colorado en helicóptero, en unos pocos minutos podrán llegar a Williams Arizaona (o a una hora en auto, para los mortales), en donde se encuentra un tren mágico, que funciona de Noviembre a Enero allí los pequeños podrán encontrarse a Santa y a sus renos en esta versión del expreso polar.
También en Williams hay una granja de venados, a los que se les puede acariciar y alimentar, son animales muy tranquilos. Dentro de la granja, hay igualmente ganado miniatura, camellos y hasta bisontes. Una vez que estén satisfechos se podrán dirigir nuevamente al Cañón del Colorado en helicóptero o en auto, en donde podrán continuar admirando la escenografía. Si se acercan, podrán ver en los Riscos norte y Sur veredas pequeñas, son los caminos para descender y disfrutar de algunas vistas espectaculares utilizando mulas, se puede enriquecer aún más la experiencia reservando una habitación en las cabañas y quedándose la noche, es algo que también puede ser una experiencia inolvidable.
Los niños pueden divertirse mucho, visitando museos o en contacto con la naturaleza, dependiendo de sus gustos y su carácter, habrá algunos que disfruten actividades al aire libre como lo son las excursiones, acampar, mirar aves o examinar el comportamiento de insectos; otros niños preferirán actividades dentro de instalaciones en donde no les dé mucho el sol, pero a cualquiera de ellos se puede asegurar quedarán fascinados al viajar por el Cañón del Colorado en helicóptero, mirando todo desde una perspectiva única y tal vez, los adultos que los acompañen cuando los escuchen hablar de sus fantasías infantiles, recordarán cómo ellos también miraban el mundo con esos ojos en algún momento de sus vidas y podrán entregarse a esa sensación para aunque sea durante el vuelo, hablar el mismo lenguaje que los niños y crear fuertes lazos con ellos.