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Estar a temperaturas extremas, que pueden variar de 55ºF a 82ºF en primavera y descender por la noche, correr el riesgo de deshidratación, no dormir una noche haciendo ejercicio puede que no suene como algo atractivo cuando se va a visitar el Gran Cañón, pero es justo lo que Branch Brady decidió hacer para celebrar su cumpleaños número 70.

Visitar el Gran Cañón Para Correr

El hombre decidió recorrer 44 millas en un solo día rodeado de amigos. 20 mil pies de elevación durante una noche y un día, sin parar.

Brady es un atleta, entrenador en C.M Russell High para deportistas de campo traviesa. Para el recorrido, tenían todo previsto. Durante la noche se colocaron lámparas en sus cabezas para poder mirar por dónde corrían, durante el día hicieron lo posible por resistir el sol.

El recorrido atraviesa las empinadas laderas por un camino conocido como de Risco-a-risco-a-Risco, aludiendo al trayecto que cubren, yendo y viniendo de un extremo a otro del Gran Cañón.

Durante el recorrido, en el punto más alto encontraron nieve, el dolor y el frío se hicieron presentes, “no dormimos” comenta. “Yo finalicé el recorrido en 19 horas”.

Algunas de las partes que más disfruto, a pesar del frío, es correr bajo el abrigo de la luz de la luna, una experiencia inolvidable.

“El secreto es salir en grupo, da mucha seguridad y te fuerza a continuar, unos a otros nos damos ánimo” narra Branch. Sin importarle que se quedó al final, no le interesó que todos se adelantaran “me gusta ir hasta atrás, no soy un corredor de resistencia, pero se resistir el sufrimiento”.

Un ávido deportista, corre todos los días y practica yoga tres veces por semana, lo que le ha permitido poderse enfocar mejor y ser un corredor más eficiente. Disfruta de estar con su familia, sus tres hijos y seis nietos. Se convirtió en instructor y participa en el club “Corredores del Miércoles por la Noche” desde que se estableció en los 70’s.

Visitar el Gran Cañón Para Inspirar

Le gusta motivar e inspirar. Se marcó el propósito de correr al menos una milla al día, cosa que ha logrado, aun el día que le operaron de la rodilla, lleva 30 años sin haber perdido un solo día. Cuando la gente se enteró que iría a celebrar su cumpleaños número 70 corriendo en el Gran Cañón, muchos sin dudarlo decidieron acompañarlo. Simplemente, querían estar con él en una experiencia como esa.

Brady es una muestra de que la edad está en la mente. Las personas están viviendo más años, permanecen jóvenes por más tiempo siempre y cuando, como nuestro maratonista Brady, gocen de una estupenda condición física y se continúen poniendo metas y retos, sin importar la edad que tengan, su mente se mantiene activa y concentrada.

Visitar el Gran Cañón fue una prueba para él, pero también una celebración en la que goza a sus 70 años de buena salud y puede hacer muchas cosas aún.